Airbourne

Los imponentes Airbourne regresan con "Gutsy", su primera canción nueva en seis años. Rebosante de actitud e intención, este es Airbourne con esteroides: furiosos y furiosos, listos para conquistar el mundo.

Para el vocalista y guitarrista principal Joel O'Keeffe, su hermano/baterista Ryan, el bajista Justin Street y el reciente recluta en la guitarra rítmica Brett Tyrrellon, "Gutsy" subraya poderosamente todo lo que representan, un compromiso de sangre y sudor con la causa del rock 'n' roll y un deseo ardiente de honrar a los verdaderos héroes del género.

El líder Joel O'Keeffe comparte: “Cuando las probabilidades están en tu contra y la batalla que estás librando parece imposible de ganar; cuando los buitres están dando vueltas y el salón de la última oportunidad ha cerrado firmemente sus puertas; cuando tu avión está llegando a la pista con un solo motor, y ese motor está en llamas; y cuando las cosas que consideras valiosas, las cosas que te definen, se ponen a prueba en cada paso, entonces las opciones disponibles se vuelven mucho más claras: rendirse o luchar... pedir ayuda o clamar por la gloria... ¡ceder o ser 'valiente'!”

Producido por Brian Howes, quien también trabajó con la banda en Black Dog Barking de 2013, diseñado por la leyenda del estudio canadiense Mike Fraser (AC/DC, Aerosmith, Rush, Metallica) y mezclado por Zakk Cervini (Dayseeker, BMTH, Architects, Machine Gun Kelly), "Gutsy" marca la primera música nueva del grupo australiano desde Boneshaker de 2019.

Desde el primer acorde de guitarra (¡y no es casualidad que suene a campana!), "Gutsy" no se disculpa por ser imponente, atrevida y rimbombante. Es una versión con múltiples capas y a todo volumen de la sonoridad característica de Airbourne, con suficiente potencia en graves como para funcionar como un desfibrilador en momentos de crisis.

Para Joel y Ryan, estudiosos apasionados del hard rock, la mitología y los ritos sagrados, "Gutsy" se yergue con la cabeza bien alta, hombros hacia atrás y pecho al aire. Es una potente llamada a la acción. Un grito de guerra tanto para los fans como para la banda.

“Empezamos esta sesión de composición y grabación con una idea clara de lo que queríamos lograr”, concluye Joel. “Se trataba de un legado. Creemos algo que perdure en el tiempo, tanto en nuestra propia historia como en el mundo del hard rock en general. Plantemos nuestra bandera lo más cerca posible de la cima, y ​​si tenemos que hacer esa parte final del ascenso sin oxígeno, que así sea. Sin vuelta atrás. ¡Ánimo!”