Que velada mas deliciosa nos esperaba de country melancólico de trazas góticas del señor King Dude. Abrieron los locales Noies Que Fan Noise, un proyecto de Isam Alegre (Obsidian Kingdom) y Eric Rovira (Ego), que nos obsequiaron sonidos dulces con toques de folk oscuro, dulzura y melancolía.

Oscuridad y luces rojos para la salida al escenario del musico americano de Seattle, atuendo completamente black a lo predicador y guitarra en mano, salió a defender su exquisita música en formato acústico, dos misas negras eran las que tenían en nuestro país: Madrid y Barcelona.

Acompañado del siempre magnifico Gary es la pareja perfecta para una misa satánica de folk-blues venido del infierno. “My Beloved Ghost!”, nos abria las puertas de la predicacion negra, fue el aperitivo de lo que nos esperaba esa noche: música de raíces, que te transporta a otra dimensión. Setlist variado para el gozo de todos, “Devil With the Devil” tema de hace ya unos años es una muestra de ello como “Jesus In The Courtyard”. Thomas es un excelente lider, un gran orador, capaz de iluminarte con sus aventuras, todo con un  aura de predicador venido del mismísimo infierno.

La coreable “Forty Five Say Six Six Six” es una canción de auténtica posesión del innombrable señor de las tinieblas. Sobria, nos llega “Ladybird Ladybird”, pura desolación que nos lleva a la elíptica “Desolate Hour”, para luego quedarse solo en el escenario con su guitarra para el resto del ritual, seguimos con “Witch’s Hammer” y la romántica “The Hottest Girl on Earth”, volvemos a los sonidos dark con “Silver Crucifix” y la spaguettis “Black Rider On the Storm” y “Spider In Her Hair”.

Que gran hit satánico es “Lucifer’s The Light of The World” que fue coreada por toda la sala, cual ritual dirigido por un predicador poseído. Muy comunicativo con el personal, dio paso a “I Was Evil”. Como no, el americano nos delito también con alguna versión como “Train Song” (Vashti Bunyan) y un pecado terrenal como “The Devil’s Plaything” (Backworld). Atraído por el ritmos mas oscuros, nos trajo un tema verdaderamente oscuro como “Lord, I’m Coming Home”, todo con un retiro muy a lo Cohen.

Llegamos al final con “Barbara Ann”, con el predicador de la dimensión oscura dándolo todo, para rematar con “Watching Over You”, con el publico completamente a sus pies, la misa satánica llego a su fin, dejándonos música tan íntima y solo apreciable para grandes paladares. Guitarra acústica, sin más que una voz hipnótica, King Dude es ser venido del mismísimo infierno, para llevarse nuestras almas a lo mas profundo.