Pues aunque parezca que no, el paso del tiempo es inexorable y no salva nadie ni a nada, incluyendo aquellos álbumes insignia de uno de los movimientos musicales omnipresente en nuestra web: el heavy metal. Y si hablamos de él resulta imposible no mencionar a estos dos discos que por casualidades de la historia se publicaron el mismo día hace la friolera de cuarenta años.
«Iron Maiden« y «British steel«, dos discos que forman parte por derecho propio de la piedra filosofal del género. «Iron Maiden» como carta de presentación del grupo con el mismo nombre, Iron Maiden, y que en 1980 empezaron a labrar un futuro a base de discos imprescindibles para cualquiera que se considere seguidor del género, especialmente desde que se incorporó a sus filas la voz: Bruce Dickinson, uno de los mejores frontman del panorama además de persona polifacética donde las haya, que lo mismo canta en un concierto dando brincos arriba y abajo del escenario, que después pilota el propio avión de la banda, al día siguiente participa en un concurso de esgrima y luego publica un libro y a partir de él da charlas motivacionales por medio mundo. Aquel primer disco fue el gérmen que les ha llevado hasta un presente glorioso en el que continúan sacando discos de calidad y haciendo potentes directos llenando pabellones y estadios allá por donde hacen parada.
«British Steel» no es el primer disco de Judas Priest y seguramente no es el mejor de su carrera pero sí fue el que marcó un antes y un después en su trayectoria y el que les capatultó a lo más alto del podium de bandas determinantes, influyentes y definidoras de todo un género. Desde aquel entonces y pese a pasar por altibajos tanto musicales como personales dentro del grupo (algo que también ha sucedido en el caso de Iron Maiden), cosa por otra parte habitual y hasta comprensible en una carrera de más de cuarenta años, a día de hoy continúan dando conciertos magníficos con un Rob Halford recuperado no tanto físicamente pero sí vocalmente y al igual que sus colegas británicos encabezando festivales y siendo foco de atención del público. Además siguen publicando nuevos álbumes, siendo particularmente atractivo el último,«Firepower«, que podría situarse sin dificultad entre los más destacados de su amplísima discografía.
No se nos ocurre ponernos a estas alturas a hacer reviews de estos discos, porque es bastante obvio que nada nuevo vamos a poder aportar a lo que se lleva diciendo y escribiendo estos últimos cuarenta años. Muy ingénuos seríamos si pretendiéramos hacer algo parecido. Simplemente recordar el aniversario, reconocer la importancia de ambas publicaciones para la historia del heavy metal y aprovechar la circunstancia para volver a deleitarnos los oídos con semejantes obras.
